RUTA 1 ETAPA 5: NAVAS DE SAN JUAN - SANTISTEBAN DEL PUERTO




CAMINO DEL PUERTO DE SAN ESTEBAN


Virtualmente, podemos llamar y considerar a Santisteban capital del amplio territorio conocido por El Condado, al menos de allí tomo la comarca muchas de sus señas de identidad. De sede de un señorío adquirido años después de la irrupción castellana, tras los sucesos de las Navas de Tolosa, pasó a obtener el título de condado en el reinado de Enrique IV con el que se ha conocido por los tiempos, a pesar de haber gozado de rango superior, ya que llego a la concesión de ducado en el S XVIII. Tierra por donde han pasado todos los que pasaron por el territorio patrio, íberos, romanos, cartagineses, árabes, castellanos y dinosaurios también, de los que, aunque no tengamos textos escritos, dejaron su huella impresa muy cerca de la población.


El origen de Santisteban o San Esteban se pierde en los tiempos. El cerro donde se ubicó el castillo tiene posiblemente un origen íbero, desde luego la fisonomía del mismo es la de un autentico oppidum. Conocida como Ilugo en época romana con numerosas villas esparcidas en los alrededores del núcleo poblacional, jugó desde siempre gran importancia estratégica en el control del tránsito hacia levante y hacia la meseta, abundantes vestigios lo atestiguan.


Cuando nuestro fraile pasó por estos pagos probablemente eran los años de mayor riqueza y esplendor de esta parte del conocido como Reino de Jaén. Seguramente, si aquí se detuvo, tuvo un momento para acercarse a la iglesia de Nuestra Señora del Collado, una joya arquitectónica, poco conocida, que datan del románico y que impresionará al visitante venga de donde venga. Por Santisteban también sabemos que pasó la Santa, aunque no existe evidencia de que visitara la población, si que se documenta que la madre Teresa hizo parada en la cercana venta de San Andrés en su camino de Beas de Segura a Sevilla y por donde pasaremos nosotros en la siguiente etapa.


Es impresionante recrearse en esta localidad, abierta al N, rodeada de verticales laderas, con el único hueco expugnable del puerto de donde toma el nombre, por el que accederemos nosotros, coronado por el cerro del castillo de San Esteban, formidable enclave táctico de control territorial. Tiene además el Condado en general y Santisteban en particular un ilustre artista, Jacinto Higueras, que ha contribuido notablemente a la imaginería sacra y civil, especialmente de la provincia que lo vio nacer.


LA RUTA

Tras descansar en Navas de San Juan reanudamos nuestro caminar, ya de lleno en tierras de El Condado 1. Arrancamos en la vistosa plaza de la Iglesia dedicada a San Juan Bautista (wp 01) y donde el escultor Jacinto Higueras dejó huella de su cercanía. Caminamos por la calle Parras hasta toparnos con la plaza de la Constitución donde se ubica la Casa Consistorial. Seguimos por la misma calle, aunque cambia varias veces de nombre, y rozamos la Casa de las Torres, bonito edificio construido por un prócer local a principios de S XIX y que actualmente alberga instalaciones municipales. Cruzamos la carretera que se dirige a Villacarrillo y tomamos el camino de Santisteban, hoy convertido en calle, que nos sacará a la salida de la población. Con precaución, debido a su elevado tráfico, tendremos que cruzar la carretera del Condado para, en la otra orilla, toparnos con el Centro de interpretación del aceite y el olivar, ubicado en el ecoparque del mismo nombre. Continuamos por la pista asfaltada hasta alcanzar la fuente de las Pontanillas (wp 02), desde donde tendremos una buena panorámica de la extensa campiña navera. Continuamos dejando a la izquierda el camino que se acerca al cementerio municipal, lugar donde termina el asfalto y el camino torna a su estado natural.


Llegaremos a un cruce, por la izquierda se incorpora el camino que habríamos seguido de no haber accedido a Navas, posiblemente la Vía Augusta, seguiremos por la derecha, sobre esta importante vía, pero recorridos unos trecientos metros, tendremos que optar por tomar un ramal que nos sale por la izquierda (wp 04) conocido como el camino de La Parrilla, ya que si continuamos, la Vía Augusta nos sacará a la carretera, que probablemente se construyo sobre esta importante vía de la antigüedad. Por el camino de la Parrilla en apreciable ascenso, llegaremos a lo que se intuye un descansadero de ganado, en una navilla donde se cruzan varios caminos (wp 05). Estaremos atentos porque aparentemente no hay camino que seguir al encontrarse todos cerrados con puertas, sin embargo, si avanzamos unos metros en dirección N, encontraremos una amplia traza de camino que se corresponde con la Vereda Real, vía pecuaria por donde continuaremos la marcha (wp 06).


Así lo haremos, y en adelante transitaremos por una preciosa cañada que discurre por entre bosque mediterráneo, macando la frontera entre el olivar que no cesa por la derecha y la dehesa ganadera por la izquierda. Tendremos un kilómetro de cuesta intensa, donde seguramente habrá que resollar en alguna ocasión, sin embargo alcanzado el punto más elevado de la ruta (descartando el inicio y final), el resto será muy llevadero, llaneando todo el tiempo o en ligero descenso. Sin perdida, cruzándonos a uno y otro lados con caminos que salen para las fincas colindantes, comenzaremos a divisar poco a poco la inconfundible silueta del cerro del castillo de San Esteban, nuestro próximo destino.


Tras recorrer un buen tramo, llegaremos a un vado de un arroyo con un estanque anexo, esto nos indicará que tenemos cerca la carretera a la que debemos incorporarnos. Dejaremos la Vereda Real y transitaremos por ella con mucha precaución durante unos trescientos metros, la cruzaremos para tomar el camino de la alberquilla que nos sale por la derecha y , en una incesante cuesta nos llevará a la población. A media subida, en un cruce de caminos, muy cerca por la izquierda, podemos resollar un rato buscando la fuente de la Canaleja. Al llegar, las primeras casas entre dos impresionantes cerros, estamos en el ancestral puerto de San Esteban, de donde toma el nombre la población. Justo al comenzar el descenso, giraremos a la izquierda por una empinadísima calle que nos llevará por la calle de la muralla al Santuario de Nuestra Señora del Collado que merece, ahora o tras el descanso, una pertinente y detenida visita. De allí, nos dejaremos caer hacia el centro de Santisteban buscando la plaza consistorial, donde tendremos otro objetivo de ocio, la casa-museo del reconocido escultor Jacinto Higueras 2 y lugar en el que daremos por concluida la etapa.















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(1) Ver reseña disponible en: WIKIPEDIA

(2) Ver reseña disponible en: WIKIPEDIA